La semana pasada volvió a la
televisión Mirtha Legrand, luego de estar aislada por decisión personal
cumpliendo los protocolos para evitar el contagio del coronavirus. No vamos a
hablar del ranking, menú, invitados ni de otras características del programa,
el motivo de la nota es por los hechos que se desarrollaron durante la semana
posterior a su regreso.
Una veintena de autos con muchas
“empleados” de un sindicato se presentaron en el domicilio de la conductora con
una supuesta orden de allanamiento por una denuncia del chofer de la diva por
irregularidades.
Como siempre en este tipo de
actos hay varias cosas a destacar porque cuando actúan lo hacen violentando
varios frentes cual tsunami azotando las costas.
Vayamos por orden de los
acontecimientos para entender o mejor dicho denunciar el APRIETE MAFIOSO que se
realizó.
Durante su programa Mirtha opinó
sobre el gobierno, aparentemente estas opiniones no cayeron bien en el entorno
del presidente. A partir de ese momento empezó un operativo que terminó con la
puesta en escena del APRIETE. Como sucede en todo gobierno autoritario ya no se
sabe si la orden viene desde el mismo seno del poder o los lacayos, para
congraciarse con su amo, actúan en forma independiente. Lo cierto es que se
montó una espectacular toma, propia de una película de grandes estudios de
cinematografía.
Más allá del término de toda la
operación montada, allanamiento, denuncia, averiguaciones, lo importante era la
espectacularidad del hecho en sí. No era necesario un regimiento para presentar
una simple nota en el domicilio de una persona mayor. No existía el riesgo de
enfrentarse a una persona atrincherada con armamento pesado para resistir la
fuerza de la “justicia”.
Nada de esto es lógico y no
quiero argumentar discutiendo las cosas que quieren que discutamos porque de
esto se trata. Quiere que discutamos o nos centremos en los aportes o el trato
al chofer u otras falsas denuncias.
El verdadero motivo es sin dudas
el APRIETE MAFIOSO del sindicato, en este caso como brazo ejecutor, a una
persona que opina distinto del gobierno.
Desde el gobierno no se escuchó
el rechazo a semejante acto en contra de la libertad de expresión y no apareció
ningún colectivo ciudadano para proteger el avasallamiento a las libertades
individuales.
No somos ingenuos y por eso no
vamos a esperar ninguna reacción del gobierno, sencillamente porque comulgan
con este tipo de procedimientos lejos del libre JUEGO DEMOCRÁTICO. Si no dieron
la orden son coautores al aprobar por omisión este tipo de actos
antidemocráticos.
Es el estilo autoritario del
TSUNAMI ANTIDEMOCRÁTICO, pero no tenemos que tomarlo como un hecho más, tenemos
que denunciarlo.

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